La mayoría de la gente tiene la imagen del astrónomo/a aficionado/a como esa persona que se va por ahí con su telescopio por la noche a ver las estrellas, los planetas o la Luna pero lo cierto es que podemos hacer astronomía práctica a plena luz del día, a parte de la observación solar, obviamente.
No obstante hay solo un número reducido de objetos celestes que podemos observar de día. Necesitamos que el objeto en cuestión cumpla una serie de características: que esté muy cerca, que sea muy grande, que tenga un alto albedo o que emita mucha luz. En definitiva, su magnitud tiene que ser mayor (en valor negativo) que el fondo de brillo de cielo que recordemos lo crea la luz del Sol al dispersarse en nuestra atmósfera. Digamos que viene a ser algo así como tener una mayor relación de señal que de ruido. 🙂
Por supuesto la Luna es uno de los objetos celestes que por tamaño, proximidad y albedo podemos observar a plena luz del día. En un próximo artículo daremos algunos consejos para observar y fotografiar la Luna de día. Pero no solo nos tenemos que conformar con nuestro satélite, aún hay muchas cosas más que podemos ver de día en el cielo. ¿Te atreves a intentar alguno de los retos que plantea la astronomía diurna?
Aviso: no intentes observar nunca objetos cerca del Sol con prismáticos o telescopio. Mirar accidentalmente el Sol puede producir daños irreversibles en tus ojos o incluso la ceguera total.
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Planetas y estrellas
Venus es un planeta con un alto albedo y próximo a nosotros, reúne dos de las condiciones que planteábamos al princio. Así encontramos que Venus es observable a simple vista de día si sabemos dónde mirar, también lo es el planeta Júpiter aunque con mayor dificultad. El mejor momento para observarlo es cuando está en cuadratura, esto es a unos 90º con respecto al Sol. Marte también puede llegar a ser observado de día durante sus oposiciones más favorables en las que alcanza una gran magnitud visual negativa. En todos los casos siempre será de mucha utilidad si tenemos la Luna visible en el cielo en ese momento y podemos usarla como referencia para orientarnos.
Sorprendentemente la estrella Sirio también es observable a simple vista, todo un reto que podéis llevar a cabo durante estos días a primeras horas de la tarde (recordad que estamos hablando de plena luz del día, no del atardecer donde es obvio que podemos ver a simple vista tanto planetas como estrellas brillantes).
Antiguamente se creía que observando desde el interior de una mina o desde el fondo de un pozo o chimenea era posible ver las estrellas del cielo de día pero esto corresponde más a un mito o leyenda urbana que a la realidad. Lo cierto es que necesitaremos un telescopio para poder ver estrellas de día.
Con la ayuda de prismáticos o telescopio
Otros planetas como Mercurio o Saturno son observables con binoculares a plena luz del día. Merece la pena intentar observarlos ya con un telescopio. En Júpiter seremos capaces de distinguir sus bandas ecuatoriales, la GMR e incluso podremos observar la sombra de tránsitos y sus lunas.
En Venus podremos apreciar sus cambios de fase a medida que el planeta cambia su posición con respecto al Sol con el paso de los días. El uso de filtros UV nos permitirá obtener en fotografía incluso detalles de su atmósfera.
Para el resto de planetas, el uso de un filtro IR-Pass como el Astronomik Pro Planet 742 será de gran ayuda a la hora de hacer fotografía planetaria diurna.
Satélites
Dentro de los objetos artificiales podemos llegar a observar a plena luz del día tanto la Estación Espacial Internacional como los destellos de los satélites Iridium, aunque estos cada vez son menos frecuentes ya que la flota está empezando a ser actualizada y la nueva generación de satélites no tienen los grandes paneles que generaban los brillantes destellos.
Eventos esporádicos
Hay una serie de eventos esporádicos que pueden ser observados de día, algunos son relativamente «comunes» como los eclipses solares en los que el cielo nocturno repleto de estrellas aparece durante el día durante los minutos en los que la Luna se interpone entre el Sol y nosotros.
Otros menos comunes son los grandes meteoros que al entrar en la atmósfera brillan con gran intensidad y pueden llegar a dejar estela. El caso del gran meteoro de Cheliábinsk es un ejemplo muy representativo.
Los cometas visibles de día son muy poco frecuentes pero en 2007 por ejemplo el cometa McNaught llegó a serlo durante unos pocos días. Hay otros fenómenos visibles de día más infrecuentes como las supernovas pero que por su rareza solamente merecen ser nombradas a título anecdótico.
Muchas gracias por la información, tratare de observar mas el cielo aun durante el día.
gracias por la informacion