Ya pasó la gran conjunción de Júpiter y Saturno y llega el momento de hacer análisis y repasar lo que ha sido este gran evento astronómico del 2020 junto al cometa Neowise y el eclipse solar (visible solamente en sudamérica). Sin duda este año habrá atraído nuevos aficionados a la astronomía con estos eventos astronómicos lo cual es siempre motivo de alegría, pero centrémonos ahora en la gran conjunción de Júpiter y Saturno.
Primera observación de la gran conjunción
El primer intento de observación de la conjunción lo hice el martes 15 de diciembre cuando los planetas todavía distaban 40′ de arco entre sí. Las previsiones meteorológicas para toda la semana eran pésimas y me aventuré a salir de casa con el Nexstar5 y la cámara réflex para intentar retratar la conjunción en caso de que no fuera posible el día del máximo.
Salí de Madrid y llegué al punto de observación donde monté el telescopio y esperé a que el Sol se ocultase. La idea era preparar la observación del día 21 y ensayar todo el proceso de captura así como anticiparme a posibles problemas. En cuanto oscureció un poco pude encontrar con los prismáticos los dos planetas y apunté el telescopio hacia ellos sin hacer una alineación real de la montura ya que no se veían estrellas todavía.
A vista de ocular, con el 8-24mm de Baader entraban los dos planetas dentro del campo de 50º de este ocular en su máxima apertura en el Nexstar5. También veía dos de las lunas jovianas dentro del campo. La sensación, como observador visual era de una belleza sobrecogedora.
Con esta separación angular solo pude fotografiar la conjunción con la cámara réflex ya que con la ASI178MM todavía no entraban dentro del mismo campo. Lamentablemente las nubes hicieron acto de presencia y no pude hacer pruebas de exposición con la cámara ASI.
En el breve rato que estuve observando y fotografiando la conjunción la verdad es que disfruté mucho.
Segundo intento en la víspera
El domingo 20 de diciembre, víspera de la gran conjunción y con los planetas a 10′ de arco separados entre sí fuimos a Fuenlabrada, a un monte elevado a las afueras de la ciudad para volver a observar el fenómeno animados por las previsiones meteorológicas algo más favorables.
Montamos el telescopio y en esta ocasión las nubes estuvieron molestando desde el principio, con una constante transición de nubes y claros en los primeros minutos. Observamos un poco en visual y enseguida monté la cámara ASI178MM para realizar capturas de vídeo.
La dificultad era grande ya que los dos planetas son de brillo muy distinto y además el tránsito de nubes hacía que el brillo variara de manera constante. Aún así pude realizar varias capturas que pude procesar posteriormente.
El día 20 los dos planetas ya se apreciaban notablemente juntos pero me di cuenta de que eso de que «se verán como un único punto en el cielo» no era verdad. Saturno se distinguía claramente justo encima de Júpiter a simple vista. La visión a través del ocular era todavía más espectacular que el pasado martes porque ahora ya si que entraban todas las lunas galileanas (y una estrella invitada que parecía un quinto satélite) .
El día 21 por desgracia las nubes encapotaron todo el cielo y no pudimos observar el máximo de la gran conjunción pero tras ver varias fotografías confirmo que los dos planetas eran distinguibles a simple vista sin llegar a parecer un único punto en el cielo.
Sin duda ha sido un evento muy curioso y seguramente no lo podremos volver a ver, todo un recuerdo de una gran conjunción que a pesar de las nubes no nos ha defraudado.