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Salida de observación; el retrato de Orión

m42 700

La gran Nebulosa de Orión

Ayer comenzamos las observaciones del 2020 con una salida a Carranque con los compañeros de la AAMS. Como la semana pasada estuvimos haciendo astrofoto de cielo profundo decidimos salir con la Star Adventurer y hacer algunas pruebas de funcionamiento tras revisar el colimado del buscador de la polar y con intención de probar un trípode más robusto con el objetivo de conseguir exposiciones más sólidas con focales más altas. El objetivo sería sacar un bonito retrato de Orión.

Para no aburrirnos decidimos también sacar el Nexstar5 para entretenernos en visual mientras hacíamos astrofoto y por último nos liamos la manta a la cabeza y llevamos también la antena yagi y el portátil para probarla en el campo. Sería una noche muy entretenida.

Llegada al atardecer

Llegamos casi los últimos al lugar de observación, pero afortunadamente está a poco más de media hora de Madrid y se llega rápido. Con nosotros éramos unas 11 personas. Tras saludar a los compañeros monté la StarAdventurer y el Nexstar5. Como trípode de la StarAdventurer usé el de la AZ-EQ6, vamos, más sólido imposible. Sobre la Canon 600D puse el objetivo de serie 18-55mm y enfoqué a Orión, seleccionando unos 34mm de focal a f/13 ya que el brillo de la Luna velaba las exposiciones de 2 minutos que quería probar. Para el ajuste a la polar pedí a un compañero un adaptador del iluminador a la cola de milano que no venía con mi montura y que se hace muy útil. Tendré que solicitar a la tienda que me vendió la montura esta pieza o bien imprimirla en 3D ya que facilita mucho la labor. Dejé la cámara trabajando y nos pusimos a observar la Luna con el Nexstar.

Parte de la constelación de Orión a 35mm con la Canon 600D

Nuestro primer objeto a observar fue Venus que mostraba una fase de cuarto Creciente y brillaba en multitud de colores a causa de la dispersión atmosférica. Después apuntamos a la Luna, también en cuarto creciente. Nos deleitamos con algunos accidentes geográficos usando los filtros polarizados para quitar algo de luminosidad. Las sombras sobre Plato eran una auténtica gozada.

Probando la antena

Después de cenar y tomar un caldo calentito que nos hizo entrar en calor sacamos la yagi y el ordenador. Apoyamos la antena en una silla y pusimos en marcha el programa Echoes. Afortunadamente nuestro compañero Ángel, impulsor del proyecto de radiodetección de meteoros y ya un experto en la configuración del programa, nos ayudó a configurar correctamente el programa y nos comentó algunos ajustes necesarios para que la antena funcionara correctamente. La antena, de hecho, requiere un rediseño ya que actualmente es muy pesada. Estoy pensando en hacer un modelo más ligero (la que tenemos ahora pesa 7kg ya que usa barras macizas). No detectamos nada y la batería del ordenador se acabó al cabo de hora y media así que la volvimos a guardar.

Lo que sí vi durante la noche fueron un par de estrellas fugaces bastante brillantes, posiblemente Cuadrántidas, que en estos días se muestran con bastante actividad.

A pesar de que no hacía mucho frío (4ºC) y la humedad no estaba disparada ya había puesto desde el principio las cintas calefactables en el Nexstar5 junto al parasol pero en la cámara de fotos solamente puse parasol. En una de las ocasiones en que fui a controlar el estado de la cámara vi que la lente se había empañado. Saqué el secador de pelo de 12V que había comprado hace unos meses y lo conecté a la batería, en cuestión de 5 minutos ya se había desempañado y pude retomar la sesión de fotos.

El seguimiento de la StarAdventurer estaba funcionando muy bien así que al final me animé a poner el objetivo de 200mm y comprobé que también las estrellas salían puntuales.

Con el Nexstar continuamos haciendo observación visual observando algunos cúmulos como los abiertos de Auriga, por supuesto M42 en Orión, cita ineludible en estas fechas. r Léporis, la estrella carmesí de Hind, y también le echamos un vistazo a Urano, que se encontraba en una posición muy favorable.

A última hora ya se había formado una buena capa de escarcha sobre los coches.

Durante toda la noche se respiró un ambiente muy agradable con los compañeros, entre los que alguno estrenaba telescopio, otros estaban haciendo astrofoto y estuvimos de charla un buen rato. En cuanto nos quisimos dar cuenta ya eran casi la 1 de la madrugada y tras 6 horas de observación decidimos recoger y volver a casa, ya con una buena capa de hielo sobre el coche. Al día siguiente los Reyes Magos nos visitarían y queríamos estar descansados para disfrutar de los regalos. ¡Hasta la próxima salida!

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