Aquella noche del 2008, observando Saturno por uno de los telescopios que los miembros de la AAM pusieron a disposición de los madrileños, el interruptor que había estado apagado durante los últimos años volvió a encenderse. Aquella imagen lo cambió todo. Al día siguiente busqué los prismáticos y voví a mirar el cielo, el fin de semana siguiente bajé al trastero y monté de nuevo el telescopio, empecé a meterme en blogs y foros de astronomía buscando información intentando conocer a gente del mundillo. En noviembre me apunte a una agrupación astronómica. Mi vida cambió, simplemente al poner el ojo en el ocular de un telescopio. Una Revelación, podemos decir.
Mañana, 26 de junio, el Planetario de Madrid organiza otra observación astronómica para ver la Luna, Venus y Júpiter. Os animo a ir y a que dejéis que la Astronomía os cambie la vida.