Este pasado sábado 18 de octubre aprovechamos una pequeña tregua meteorológica para salir a observar los cometas C/2025 A6 Lemmon y C/2025 R2 Swan. Parece que los cometas han encontrado afinidad por mostrarse justo en épocas propicias para los cielos nubosos como ya pasara el año pasado con el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan – ATLAS al que apenas pudimos ver un par de ocasiones y en condiciones bastante malas. Por este motivo este año ya había madrugado en un par de ocasiones para ver el cometa Lemmon aunque fuera desde casa. No obstante tenía la espinita de poder observarlo desde cielos oscuros así que este sábado preparamos todo el material para salir a la zona de Brihuega. Preparé la montura, la batería del telescopio, el SV503, la cámara réflex y puse a cargar las baterías de la cámara por la mañana.
A eso de las 18:00 salimos de casa rumbo noreste para ir al lugar donde observamos las auroras boreales el año pasado, a 1 hora de casa. Por el camino íbamos mirando el horizonte y sondeando algunas nubes altas, pero en general el cielo no tenía mala pinta. La previsión era que tuviéramos un atardecer relativamente despejado y que luego se nublaría a medianoche con la llegada de un frente.
Llegamos al lugar de observación con luz diurna y los últimos metros a través de camino rural me los tomé con calma porque el fondo del coche rozaba con la vegetación, pero no tardamos en llegar a un apartadero del camino que sería nuestro punto de observación, junto a unos enormes campos de lavanda que ya no estaban en flor. Enseguida monté la mesa, el trípode, el telescopio y me dispuse a montar la cámara… espera ¿Y las baterías de la cámara? Mi corazón se detuvo por un instante…¡Mierda! Me había dejado las baterías de la cámara cargando en casa.¡Idiota! Ya no había tiempo de volver a por ellas.
Menos mal que me había traído también el pequeño Dwarf 3 con el que estoy haciendo pruebas estos días. Además llevaba los prismáticos en el coche para la observación visual… bueno, tendrá que servir. Con un cabreo importante vuelvo a guardar el telescopio en el coche y dejo fuera solo el Dwarf 3 y los prismáticos… el hermoso atardecer que se dibuja ante nosotros consigue que el cabreo se me pase. Ya solo por ver estas vistas merece la pena haber venido.
Mientras disfrutábamos del atardecer nos tomamos una pausa para comer unas pipas y beber unas cervezas. La temperatura era muy agradable, lo suficientemente fresca para ponerse el forro polar y el gorro pero no fría. Tras un rato empezamos a ver las primeras estrellas de la Osa Mayor. La impaciencia me pudo y cogí los prismáticos para empezar a buscar el cometa Lemmon pero todavía había mucha claridad. Tardaría unos 15 minutos más en poder encontrarlo con los 10×50. Aún con las luces del crepúsculo no pude esperar a encender el Dwarf 3. Este equipo es una maravilla para fotografiar cometas porque va haciendo el apilado automáticamente y los encuentra a la primera. Ya en la pantalla de previsualización era notable la coma del cometa pero en cuanto apiló las dos primeras imágenes de 15 segundos apareció bien visible la cola del cometa apuntando hacia la esquina superior derecha del campo visual.
A medida que anochecía la visión del cometa resultaba más cómoda y se apreciaban más detalles de la cola. La coma era de color verde turquesa y el núcleo bastante brillante. Las estrellas BH CVn y 25 CVn servían como referencia de brillo dentro del campo visual de los prismáticos. Le estimo Mg 4.5 pero hay que tener en cuenta la baja altura sobre el horizonte y la extinción atmosférica. Aunque con prismáticos se apreciaba perfectamente no puedo decir que pudiera verlo a ojo desnudo si bien algunas nubes altas podían estar dificultando su observación.
También hubo tiempo de fotografiar el cometa Swan, aunque éste no pude encontrarlo con prismáticos. Esa noche se encontraba relativamente cerca de M16, en la constelación de Scutum en Mg 6.3
Los próximos días, si el tiempo lo permite volveremos a intentar fotografiar y observar estos cometas. El Lemmon será el más favorable, ya que todavía tiene un ligero margen de aumento de brillo. El día 21 de octubre será su mayor acercamiento a la Tierra y hasta que alcance su perihelio el día 8 de noviembre debería seguir ofreciendo buenas oportunidades de observación sin Luna que moleste. A partir de esa fecha nos despediremos de él por encontrarse muy próximo al Sol en línea de visión.