Con todo el lío de los preparativos del viaje a Noruega para ver auroras no había dedicado ni una sola ocasión para fotografiar el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan – ATLAS durante sus apariciones matutinas así que esperaba poder hacerlo tras su paso por el perihelio y su posterior aparición en horas vespertinas, lo que no contaba yo era con que nos íbamos a traer el mal tiempo noruego con nosotros.
Y es que a partir del 12 de octubre se abría una breve ventana para poder observar el cometa a simple vista (mag. 2) pero también nos llegaba una sucesión de borrascas y post-huracanes que no nos iba a dejar tranquilos durante los mejores días para ver el cometa así que el domingo 13 de octubre decidimos salir a intentar cazarlo a pesar de las nubes.
Salimos de casa a eso de las 19:00 con intención de ir al Templo de Debod pero según salgo del garaje veo los nubarrones sobre Madrid y cambio de opinión. Al sur se ven algunos claros así que damos la vuelta y cogemos la carretera de Toledo. A la altura de Parla vemos que los claros se están moviendo hacia el noroeste así que cogemos el desvío y tiramos para Arroyomolinos. Por aquí empezamos a tener ya algunas esperanzas de poder ver algo pero como las nubes siguen moviéndose decido tirar hacia El Escorial para intentar adelantarme a ellas. Desde la carretera de Majadahonda al Escorial empezamos a ver un bonito atardecer con Venus muy brillante.
Se que el cometa está un poco a la derecha de Venus, más o menos a la misma altura, así que ver el planeta es buena señal. Hay un momento que desde la carretera veo el monasterio de El Escorial iluminado y pienso que sería un buen complemento para una foto pero no encuentro sitio para parar el coche. Finalmente termino saliendo por un desvío a un parking antes del puente del embalse de Valmayor.
Aparco el coche y saco el trípode y la cámara. Empiezo a otear el horizonte con los binos ojos de buho que me he traído pero no hay ni rastro del cometa. Hay nubes por la zona que se desplazan hacia el norte así que tengo la esperanza de que en unos minutos podremos verlo.
De manera casi fantasmal empieza a verse primero la cola y luego el cometa entero, surgiendo entre las nubes. La imagen a ojo desnudo es estremecedora, casi irreal. Con los binos la escena adquiere un caracter épico. Empiezo a sacar fotos con la cámara, no tengo un objetivo muy potente, tan solo un 50mm. Venus hace de acompañante celeste en este espectáculo.
Diana y yo seguimos disfrutando de la estampa del cometa entre las nubes durante unos minutos. Las luces crepusculares impiden determinar la longitud de la cola del cometa que calculo será del tamaño de 3 lunas. La alegría no nos dura mucho ya que las nubes vuelven a tapar el cometa.
Esperamos un rato más pero nuestras esperanzas decaen con un cielo cada vez más cubierto. Además, en el parking donde estamos hay un ambiente «raro», algunos hombres solitarios deambulan por la zona y nos miran. Después al llegar a casa miro por curiosidad en Internet y resulta que es un lugar frecuente de encuentros de índole «íntima» e intercambios. ¡Eso lo explica todo! ¡Y nosotros felices en nuestra ignorancia! jaja.
Durante los próximos días el tiempo sigue mal, hoy volveremos a intentar observar el cometa pero ya ha reducido bastante su brillo. Dentro de poco solo estará a alcance de telescopio ¡Eso si el tiempo mejora!
Nuevo intento el día 16 de octubre
En la tarde del miércoles 16 de octubre parece que las lluvias amainan un poco y al llegar el ocaso se abren algunos claros así que aprovechamos para bajar a un parque cercano con la cámara y los prismáticos.
Nos costó más que el domingo encontrar el cometa. Aunque había ganado altura se notaba una notable reducción de brillo y ya costaba observarlo a ojo desnudo. Con los prismáticos 10×50 se veía sin problemas. Núcleo compacto, coma uniforme y brillante y cola larga y extensa que se extendía calculo unos 8 o 10 grados.
La Luna llena, tapada inicialmente por las nubes comenzaba también a ganar altura y tomaba protagonismo, robando si cabe más brillo al cometa. Finalmente, un grupo compacto de nubes taparon al cometa y tuvimos que recoger. Aunque era la segunda vez que veíamos al cometa una sensación de decepción se cernía sobre nosotros ya que éramos conscientes de que posiblemente habíamos asistido a la última observación a ojo desnudo de este cometa.
Observación y fotografía del cometa con telescopio
El día 18 de octubre parecía que la meteorología mejoraba un poquito más así que decidí bajar con el telescopio Mak127 y la Canon 6D. Volvimos al parque cercano a casa pero nos encontramos con una situación que todo astrónomo odia, estaba prácticamente todo el cielo despejado excepto la zona donde estaba el cometa. Una enorme nube cubría el horizonte oeste y tuvimos que esperar unos valiosos minutos hasta que por fin se abrió un claro donde estaba nuestro objetivo.
No obstante una fina capa de nubes todavía quedaba por delante del cometa. El brillo del mismo había disminuido notablemente con respecto a días anteriores y ya no era visible a simple vista aunque si detectable con visión indirecta, lo que me ayudó a localizarlo en el telescopio. Saqué unas cuantas fotos y después puse el ocular porque quería observarlo. La visión a través del ocular era muy hermosa, el núcleo se veía muy brillante y una capa de gas lo rodeaba haciendo la coma claramente distinguible. Lo que me decepcionó bastante fue la cola, gravemente afectada por las nubes, la contaminación lumínica y la luz de la Luna llena que ya empezaba a ganar altura.