Para poder disfrutar de nuestro material durante mucho tiempo es fundamental cuidarlo bien. Además, al conservarlo en perfecto estado perderá menos valor y por lo tanto podremos venderlo más fácilmente en el futuro si ya no nos es útil. Yo siempre procuro guardar los embalajes originales de los equipos más caros pensando precisamente en poder recuperar parte de la inversión en el futuro vendiéndolo en el mercado de segunda mano.
Por otro lado la mayoría del material que usamos los astrónomos aficionados suele tener una relación directamente proporcional entre precio y fragilidad por lo que es muy conveniente guardar y transportar nuestro equipo bien protegido de golpes y humedad. No es necesario gastar mucho dinero en esto último, aunque si el dinero no es problema hay soluciones de todo tipo en el mercado para guardar material óptico. No obstante para la mayoría de los mortales siempre será preferible hacernos nuestros pequeños «apaños» y además de ahorrar algo de dinero estaremos entretenidos una lluviosa tarde de domingo en la que poco se puede hacer.
Aquí os muestro como ha quedado un pequeño maletín de aluminio comprado en unos grandes almacenes por 29€ una vez relleno con gomaespuma obtenida de los embalajes de productos de electrónica de un fabricante de ordenadores, con lo cual estamos dándoles una segunda vida y reduciendo el impacto en el medio ambiente. Aunque los cortes no son todo lo finos que me hubiese gustado ya que han sido realizados a base de cuchilla y mucha paciencia el resultado ha sido el deseado y ahora puedo transportar en una única caja toda mi solución de astrofotografía (tubo de guiado, cámara, cables, ocular reticulado, cámara réflex y objetivo), me falta hacer un hueco para la anilla T y ¿Algo más? Bueno, si me he dejado algo ya me diréis…