Salida de observación. La eclíptica fugaz.

Tarde de sábado y cielo despejado con buen pronóstico meteorológico. Vientos en calma, temperaturas suaves para la época… ¿Cómo resistirse? Puse un mensaje a los compañeros de la agrupación y a algunos colegas de afición. ¿Os apetece una salida cerquita de Madrid? Hay Luna creciente así que no merece la pena irse muy lejos pero si alguien quiere hacer astrofoto se puede tirar en banda estrecha y si se quiere hacer visual hay mucho donde elegir… Venus, Saturno, Júpiter y la propia Luna en una fase realmente apetecible.

Me animé incluso a poner un aviso en el servidor de Discord por si alguien quería quedar para conocernos, algo que no suelo hacer habitualmente ya que las salidas de novilunio las suelo disfrutar en soledad o con gente ya conocida. En esta ocasión, y como todavía tengo bastante material astrofotográfico pendiente de procesar, decidí hacer visual y llevar un equipo ligero, el Mak127 sobre la AZ-GTi. Ya os he contado muchas veces lo práctico y cómodo que es este telescopio que puedo llevar en una pequeña maleta.

Salimos de casa con las luces doradas del atardecer, tarde para variar. Menos mal que el lugar de observación está a poco más de 40 minutos de casa. Llegamos cuando un par de amigos ya tenían los telescopios montados, justo durante la puesta de Sol. Un hermoso horizonte con tonalidades anaranjadas bajo el manto azul oscuro del cielo dejaba ya entrever a Venus, que brillaba desafiante como el lucero que es, y la Luna sonriente.

El Mak127 se monta en un periquete. Pones el trípode, la bandeja, la montura, el tubo, el mando y a correr. De la maleta de oculares saqué la diagonal y el ocular Baader Zoom 8-24 MarkIII. En 5 minutos ya estaba con el ojo pegado al ocular viendo la fase menguante de Venus. Con el telescopio todavía sin aclimatar su figura temblaba inquieta sobre el cielo todavía iluminado. Es muy curioso ver la fase de Venus, como si fuera una Luna pequeñita y más curioso todavía es ver que cuanto más fina es la parte iluminada más brilla el planeta para nosotros ya que se encuentra más cerca.

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La posición de los planetas en la aplicación interactiva solarsystemscope.com. Venus está muy cerca de la Tierra mientras que Marte empieza a acercarse a nosotros tras abandonar su conjunción y Júpiter y Saturno se encaminan a ella.

Estuvimos un rato charlando mientras disfrutábamos de las últimas luces del día y también le eché una mano a un compañero a configurar NINA ya que la última versión de APT le estaba dando problemas. Estuvimos un rato liados hasta que empezó a hacer sus astrofotografías y cuando volví a mi telescopio ya se había aclimatado totalmente. No había mucha humedad así que no conecté las cintas calefactables. El parasol era suficiente para evitar que la lente se empañase a medida que bajaba la temperatura.

Yo por mi parte me puse el nuevo abrigo que me ha regalado Diana en cuanto empezó a bajar la temperatura. Mi viejo plumas que tenía más años que Matusalén demasiado ha aguantado durante estos años de salidas al campo. Ya no abrigaba como antes y durante las últimas salidas a Cáceres y Cuenta pasé bastante frío. El nuevo abrigo es supercalentito y es que no hay nada como estar bien cómodo y caliente cuando estas observando para poder entregarte totalmente al placer de la observación visual. Una buena silla de observación, regulable en altura también es muy importante. Yo solo la llevo cuando hacemos observación visual. Hay quien se las fabrica de madera, yo opté por una sencilla silla de plancha.

La majestuosidad de la eclíptica

Nuestro primer objetivo fue disfrutar de la observación planetaria. Ya os he dicho que pudimos disfrutar de la fase de Venus. De este planeta es lo único que podemos observar. Una densa capa de nubes recubre toda su atmósfera y no podemos observar más detalles de él.

A continuación observamos Saturno, el siguiente planeta según recorríamos la eclíptica hacia el este. La eclíptica es la línea imaginaria que recorre el Sol en el cielo y donde se pueden producir los eclipses, de ahí su nombre. Junto a Saturno y sus anillos destacaba la gran luna Titán. Es uno de los lugares de nuestro Sistema Solar donde quizá en el futuro encontremos vida. ¿No es emocionante? Ya no es buena época para observar el planeta y sus anillos, cuya oposición ya fue en verano.

Lo mismo ocurría con Júpiter, del que veíamos 3 lunas alineadas, Calisto, Europa e Ío. Ganimedes emergería un poco más tarde detrás el propio planeta que nos mostraba sus bandas bien contrastadas. Con el filtro Moon & Skyglow se mejoraba notablemente el contraste de éstas. El Mak127 ofrecía una imagen muy afilada con bastantes detalles a pesar de que el seeing no era muy bueno y se notaba una corriente en altura media de alta velocidad. No se trataba de JetStream ya que éste no se encontraba sobre la península estos días.

Tras disfrutar de los planetas llegamos a la Luna y empezamos a disfrutar de los cráteres en el terminador. En el norte destacaba W Bond y sobre todo Vallis Alpes que empezaba a emerger de entre las sombras. Los Montes Caucasus y los Apenninus proyectaban poderosas sombras sobre el Mare Imbrium. Aristoteles y Eudoxus se mostraban muy definidos y nítidos. Decidí poner el filtro polarizador variable de Orión para que mi ojo se fatigara menos durante la observación. El brillo de la Luna era muy potente y al deslumbrar impedía disfrutar totoalmente los detalles más sutiles.

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La Luna a pulso con el móvil sobre el ocular del telescopio durante la observación.

Destacaban los piroclastos oscuros del Mare Vaporum junto a Hyginus y Rima Ariadaeus. Un poco más tarde empezamos a ver amanecer en Ptolemaus, Alphonsus y Arzachel. No se porqué, tal vez influenciado por la observación hace unos días del cometa Leonard, también busqué el crater Messier que se apreciaba muy bien con su eyecta en forma de cola de cometa.

Pasamos a cielo profundo

Tras deleitarnos con la Luna alinee correctamente el telescopio a dos estrellas (para ver los planetas y la Luna simplemente había alineado a una estrella usando Venus como referencia). Nuestro siguiente objetivo serían algunos objetos del catálogo Messier y algunas estrellas dobles. Empezamos por los objetos más cercanos al Oeste que serían los primeros en desaparecer así que nos dirigimos a M57. Por culpa del brillo de la Luna y la contaminación lumínica no destacaba mucho pero recordé que tenía los filtros UHC y CLS de Svbony que apenas he usado y que ésta era una ocasión muy buena para hacerles una revisión en profundidad. Enseguida comprobé que el UHC daba muchísimo mejores resultados que el CLS así que el primero sería el más utilizado durante esta sesión. Realmente mejoraba mucho el contraste con el fondo y objetos como M27 o M57 lo agradecían mucho. Incluso M42 se veía gratamente mejorada con el filtro. Hacía mucho que no observaba en visual la Gran Nebulosa de Orión y estaría un buen rato disfrutando de ella más tarde, recreándome en el trapecio.

El ocular Ploss classic de 32mm de Baader también se comportaba estupendamente cuando quería reducir la poderosa focal del Mak y cúmulos abiertos como NGC457 «de la Lechuza o E.T» se veían perfectos dentro del campo visual.

En Auriga no podían faltar los cúmulos M36 y M38. Con M31 prácticamente en el cénit también disfruté mucho de la observación de esta gran galaxia y su satélite M110. Ahora que lo pienso no caí en apuntar a M33 que también estaba muy bien situada, otro día será. Tampoco pude observar M1, no fui capaz de verlo a pesar de estar un buen rato intentándolo, quizá el brillo de la Luna y la contaminación lumínica no permitían hacerlo.

En lo que si estuve un buen rato entretenido fue en observar algunas estrellas dobles y otras de carbono. R Leporis no podía faltar a la cita. ¡Que bella y puntual gota carmesí!

La humedad se mantuvo bastante contenida hasta las 23:00 aproximadamente. A partir de ahí ya se notaba el rocío sobre los coches aunque el telescopio aguantaba con la única ayuda del parasol, sin encender las cintas calefactables.

Disfrutamos de la compañía y la charla con los compañeros, del buen bocadillo de jamón con tomate, como es costumbre y además de un chocolatito caliente con bizcochos, en un ambiente relajado y distendido, como deben ser estas salidas para recargar pilas después de una dura semana de trabajo. Al final nos recogimos a eso de la 1:30, después de haber observado varias Gemínidas (en unos días será su máximo aunque deslucido por la fase lunar).

El próximo novilunio cae el 1 de enero así que ya veremos si salimos o no al campo con los telescopios, si ésta ha sido la última salida astronómica del año me doy por satisfecho porque tras un comienzo con restricciones a causa de la pandemia al final hemos podido retomar las salidas con la nueva normalidad y ojalá que no tengamos que volver a tener restricciones en 2022. Eso será señal de que poco a poco vamos ganándole el pulso a esta pandemia.

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