Nueva salida de observación, la primera de este 2024 que ha empezado seco pero con bastantes días nublados aunque durante los últimos días un gran anticiclón se ha establecido sobre la península y nos está dejando unas noches espectaculares y de gran estabilidad. Me arrepiento de no haber subido a la Sierra a hacer algo de planetaria entre semana pero la pereza se ha apoderado de mí.
No obstante este fin de semana se presentaba especialmente despejado, sin rastro siquiera de los cirros altos que nos han acompañado últimamente, y había muchas ganas de salir al campo. Monté como de costumbre los trastos en el coche y salimos rumbo a Toledo a nuestro lugar habitual de observación donde llegamos relativamente pronto para lo que es habitual en nosotros.
Tras montar los equipos y charlar un rato con nuestro compañero de observaciones nos dispusimos a hacer la puesta en estación y a sacar los flats antes de empezar la sesión. Últimamente le he cogido el gusto a sacar los flats al principio en vez de al final de la sesión de astrofotografía. Aprovecho cuando todavía no es noche astronómica y así dispongo de algo más de tiempo para sacar luminancia.
Mi objetivo para esta noche sería completar la Nebulosa del Cono (NGC 2264) que empecé hace justo un año y de la que tenía el color, pero quería completar con tomas de banda estrecha. Últimamente algunos objetos los tengo que hacer en diferentes años debido a las pocas veces que puedo salir al campo con el telescopio, no queda otra.
Justo mientras sacaba los flats vi de reojo un destello a mi derecha. Un enorme bólido rasante pasó justo sobre la constelación de la Osa Mayor rumbo a Madrid. Fue muy brillante y de color verdoso, duró varios segundos. Parece que se trataba de una Mu Oriónida, y el caso es que durante la noche vimos más meteoros, aunque ninguno tan brillante.
Terminé de hacer los flats justo a tiempo a eso de las 20:10, cuando comenzaba la noche astronómica y ya disfrutábamos de un cielo estrellado sobre nosotros. No obstante la humedad empezó enseguida a hacer de las suyas. Se disparó hasta el 99% y con 4ºC empezó a empaparse todo, como es habitual en estas fechas por los llanos toledanos producto de la inversión térmica. Tendríamos que subirnos a algunas montañas para evitar el problema pero cerca de Madrid la verdad es que no hay muchos sitios libres de contaminación lumínica donde poder ir.
La luz zodiacal se alzaba majestuosa hasta casi tocar Júpiter y la Vía Láctea cruzaba el cenit desde el Cisne, que ya se ocultaba, hasta llegar a Orión. El cielo no estaba mal pero se notaba algo lechoso producto de la humedad, permanecería así hasta las pasada la medianoche, cuando se apaga bastante iluminación ornamental y se nota que se ganan algunas magnitudes. Saqué el SQM y marcó 21.23 con una temperatura IR de -27ºC. Con una temperatura que jugueteaba ya con los valores negativos la humedad comenzó a convertirse en hielo y las condiciones de observación mejoraron bastante así que aproveché para sacar los prismáticos Olympus 10×50 y tumbarme en la silla para observar Orión y Auriga.
Disfruté un rato de la visión de cúmulos y nebulosas, hasta que los prismáticos se me empañaron y tuve que guardarlos en el coche para que se desempañaran. Tuve que repetir el proceso varias veces. Entre todas estas «excursiones» pude disfrutar de los cúmulos en Auriga (M36,M37 y M38), en Tauro disfruté de Híades y Pléyades, en Orión de M42 y de varios objetos Collinder, pero mucho menos tiempo de lo que me hubiera gustado.
Una vez la humedad se congeló, al no hacer nada de viento, la temperatura era agradable. Estrenábamos pantalones térmicos que hemos comprado en vistas a nuestro próximo viaje a Tromso a ver las auroras, y pasaron sin problemas la prueba aunque somos conscientes de que las temperaturas allí serán más acusadas.
Durante la noche también estuve sacando algunas fotos con la Canon 6D y la StarAdventurer, grandes campos de Orión y Tauro, mientras me familiarizo con esta adquisición que hice hace unos meses.
Me ha impresionado la nobleza y el poco ruido de esta cámara comparada con mi anterior 600D. El sensor más grande y el tamaño del pixel también ayuda pero sobre todo su sensibilidad y rango dinámico, es una locura para una cámara que tiene 12 años y he podido conseguir como una ganga en el mercado de segunda mano.
En la imagen me llevé una sorpresa porque al procesar vi un puntito verdoso en el que no había reparado y tras consultar en Heavens Above resulta que es el cometa 144P Kushida que durante estos días cruza la constelación de Tauro. ¡Un cometa polizón! Por poco se me escapa, he tenido suerte en reparar en él.
Al final a eso de las 02:00 recogimos los telescopios con una buena tanda de imágenes en el bolsillo pendientes de procesar. No hubiera podido estirar mucho más la sesión porque la tercera batería del portatil, la Litionite que compré hace 5 años definitivamente ha muerto y con las dos baterias restantes tengo para unas 6 horas con este portatil más lo que de la batería interna del mismo. Voy a comprar una batería nueva para darle reemplazo, ya la tendré para la próxima salida que espero que sea pronto y bajo buenos cielos nuevamente.
Buenos días. Estupendo artículo. Una pregunta, tengo el Celestron 9,25 y la ZWO 662MC y no consigo ver las estrellas puntuales con el AsiAir. Qué estoy haciendo mal?. Un saludo.
Pueden ser varias cosas, desde un problema de colimación hasta falta de enfoque. Sin ver la imagen no te puedo decir.
Muchas gracias por la respuesta. Parece ser que el Celestron 9,25 con la 662 MC y el AsiAir no son muy compatibles. He puesto el 80 ED y ya sí he podido alinear a la polar porque ya sí se veían puntuales las estrellas. Un saludo.