Al observar el Sol con un telescopio H-alfa (Aviso: nunca observes el Sol sin los filtros adecuados, peligro de sufrir daños irreversibles en la vista) podemos encontrarnos con protuberancias de dos tipos, quiescentes y activas/eruptivas. Las primeras son de larga duración y las segundas tienen una evolución rápida, en cuestión de pocas horas.
Según su morfología encontramos protuberancias de los siguientes tipos:
– Arco o doble arco: aparecen en una etapa muy temprana como resultado de la emersión de flujo magnético desde debajo de la superficie que vuelve al mismo siguiendo la misma línea de campo magnético. Las primeras son muy comunes, para que se dé un doble arco debe haber una conexión entre dos lazos magnéticos.
– Arco roto: En ocasiones los arcos colapsan expulsando material durante el proceso de forma eruptiva
– Arco desconectado: Si el arco presenta una única conexión es posible que el material no haya sido capaz de seguir todo el camino del arco magnético, lo que podría producirse a continuación, dando lugar a un arco sencillo.
– Pilar: Se trata de una erupción vertical, que encontraremos con forma recta, curva o inclinada (estos últimos comparten características con los arcos desconectados).
– Montículo: Un tipo de protuberancia muy común, ancho y bajo.
– Seto: Conjunto de protuberancias que tienen origen en una zona común.
– Pirámide o llama: Combinación de montículo y pilar. Ancho en la base y delgado en la parte superior.
– Abanico: Inversa a la pirámide.
– Tenedor: Dos o tres protuberancias piramidales próximas.
– Desconectada: El material se ha separado de la superficie totalmente.
– Eruptiva: Tiene una evolución muy rápida, se presenta como dos o más protuberancias retorciéndose entre sí. Están asociadas a la ruptura del lazo magnético.
– Aumento: Rápida evolución de una protuberancia con forma de pilar curvo o arco desconectado.
– Spray: Forma explosiva y de gran dispersión de material.
– Lazo asociado a destello: Se trata de un arco que presenta líneas muy finas y de rápida evolución. En cuestión de minutos o pocas horas puede terminar desconectando o dando lugar a un arco roto.
No obstante, a veces las formas de las protuberancias solares son caprichosas y de difícil identificación, presentando características de varias categorías.