En la vida de todo astrónomo aficionado llega un día en que haces recuento y valoración de material y entonces la mochila donde llevas los oculares envueltos en plástico de burbuja ya no te parece tan estable como antes. A medida que vas ampliando el equipo de observación y compras mejor material te das cuenta de que es necesario transportar todo ese material en un sitio seguro. Ante este problema tienes dos soluciones, o compras una bolsa o maletín en una tienda especializada o te preparas una por ti mismo.
Afortunadamente Internet está llena de foros con gente que comparte su experiencia y conocimiento y gracias a ellos me decidí a preparar mi propio «maletín astronómico». Os voy a contar como lo he hecho para que os animéis ya que el ahorro de dinero es considerable y además tiene doble función, ya que tendréis un sitio donde guardar las ópticas y además pasareis unas horas (tranquilos, no muchas) de diversión haciendo trabajos manuales.
Lo primero es comprar el maletín. Esto en cualquier ferretería o gran superficie especializada en bricolaje como la que empieza por L.M. lo encontrareis sin problemas. El precio puede rondar entre los 18€ y los 30€. Aseguraos de que es un maletín sólido, lo más hermético posible y sobre todo que sea ligero. Hay modelos con ruedas pero yo personalmente no me siento muy tranquilo rodando mis ópticas a pesar de que, como ya veremos más adelante, el material va a ir totalmente protegido.
Lo segundo es comprar la espuma de relleno. Hay gente que usa espuma de tapicero (que la venden en las tiendas de tapicería, claro 🙂 ) , también puedes comprar espuma especialmente diseñada para este propósito pero resultará más cara. Yo, que trabajo en el mundillo de la informática pude hacerme con espuma de embalaje de ordenadores y componentes (es con lo que envuelven los discos duros, las tarjetas, las memorias, etc…) de dos tipos, la buena de HP (de color negro) y la menos buena de otras marcas (en color gris y menos densidad).
La gris, que es menos vistosa, la usé para forrar el fondo y la tapa y así dar unos centímetros de consistencia y profundidad. Luego puse la negra que está mejor acabada y tiene mayor densidad, así que «sujeta» mejor las ópticas.
Detalle del relleno ( hay más de 4cm de grosor, más que suficiente )
Armado con una cutter y un poco de paciencia empiezas a recortar la espuma para dejar los huecos necesarios. Tendrás que tomar medidas de tu material y cortar de menos para que quede luego bien sujeto. El hueco siempre será más pequeño que el material que quieras guardar en él. Hay gente que en vez de cortar «queman» la espuma con hilo metálico caliente (como si fuera una resistencia eléctrica). Esto deja unos cortes más profesionales pero si tenéis cuidado con la cutter el resultado también será muy bueno.
Al final el resultado es éste:
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Luego podéis personalizar incluso el exterior. Yo en mi caso pegué un parche de la misión Apollo XIII que me regaló el mismo buen amigo que me facilita la espuma de relleno. Con el tiempo iré personalizándolo con más cosas.
Espero que os haya gustado. En próximos artículos ya os contaré como termino de preparar la caja para la montura y hablaremos de bolsas de transporte para el telescopio (compradas o hechas por nosotros).