Tras unas semanas previas de lluvias constantes (la mayor temporada lluviosa en España en años) que nos impidió observar el eclipse lunar de hace unos días por fin llegó el anticiclón justo a tiempo para disfrutar del eclipse solar del 29 de marzo. No podíamos pedir un escenario mejor, cielo completamente despejado y un ambiente primaveral.
He de reconocer que la noche anterior me costó un poco dormir y la ilusión propia de un niño se apoderó de mí. Hacía tiempo que no disfrutábamos de un eclipse solar y además éste era muy especial ya que sería el primero de los 4 eclipses consecutivos que podremos disfrutar desde España durante los próximos años, un momento ideal para hacer pruebas de equipo y practicar un poco.
El sábado por la mañana nos levantamos a eso de las 8 y tras desayunar y arreglarnos salimos con el coche hacia Cubas, un lugar al que solíamos ir mucho antes de que pusieran farolas en los caminos aledaños. Debido a la posición del Sol este eclipse no podría verlo desde casa así que por ese motivo decidimos ir a un sitio donde poder llegar en coche y descargar todo el material junto a él. La verdad es que en Madrid, al menos donde vivimos no es fácil encontrar un sitio así a no ser que te pongas en medio de la calle, que no es plan. Ese es el motivo por el que recurrimos a pueblos para estas actividades.
Llegamos a eso de las 10 y empecé a montar los telescopios en la explanada junto al convento. Para nuestra sorpresa había ya algunas familias con niños dispuestos a ver el eclipse con gafas solares que habían puesto mantas sobre el cesped. Con las lluvias de estos días la pradera estaba bastante verde y la mañana se prestaba a disfrutar del Sol. Montamos la mesa, las sillas y después los telescopios, el SV503 que todavía tengo prestado lo puse sobre la AZ-GTi con lámina Baader y ocular. Luego el Coronado PST lo puse sobre la Star Adventurer con cámara ASI178MM conectada al ordenador y por último el SolarScope lo puse sobre la mesa. Por si fuera poco me dispuse a retrasmitir el eclipse en un directo de Youtube a través del móvil. ¡Quien me mandaría meterme en más fregaos!
La gente de alrededor nos miraba con curiosidad pero debieron verme tan atareado montando todo que no se acercaron a preguntarnos nada. «¡Vaya lunáticos!» pensarían.
Con tanto trajín de montar cosas se me pasó el tiempo volando y cuando quise darme cuenta ya iba a empezar el eclipse. 11:47, nos ponemos las gafas solares y vemos que se aprecia una pequeña manchita solar. «¿La ves? Justo a la izquierda.» – «Si, si y mira ya se empieza a ver un poquito del mordisco, ya ha empezado el eclipse» – Me avisa Diana y efectivamente, ahí está la silueta de Selene dando un tímido beso al Sol. En el SolarScope también se aprecia ya con mayor detalle así que me dispongo a capturar un primer vídeo con el Coronado PST y el ordenador, tan emocionado estaba que no puse límite al vídeo y estuvo capturando unos minutos, mientras yo echaba un vistazo a través del telescopio con lámina Baader. En visual además del eclipse y la mancha solar se apreciaban otros grupos de manchas solares más pequeñas y un detalle curioso más ¿La silueta de la Luna presentaba relieve? Pues parece que si o esa sensación mi dio.
Con el paso de los minutos la silueta de la Luna iba comiendo más terreno al Sol a una velocidad asombrosa. Capturando un vídeo de 1 minuto el efecto se notaba dramáticamente al reproducirlo a cámara rápida. A simple vista no notamos un descenso de la luminosidad ya que aquí en Madrid tan solo se ocultaba un 32% del Sol pero las gráficas de paneles solares que compartieron posteriormente algunos compañeros si que reflejaba ese descenso de iluminación.
A las 11:40 llegamos al máximo del eclipse, procedí a registrar el momento con más vídeos y también puse la cámara réflex en el SV503 para fotografiar en luz blanca. Después de esto el eclipse iría descendiendo. Ya más tranquilo y con la situación «controlada» me animé a acercarme a las familias que teníamos cerca para ofrecerles mirar por el telescopio. Los niños por supuesto acudieron entusiasmados. Alucinaron con las imágenes del eclipse y la explicación sobre las manchas solares.
Así, rápidamente llegamos a las 12:30 y a los últimos minutos del eclipse. Observamos como la Luna se «despegaba» del Sol con la misma rapidez con la que le abrazó anteriormente, como una amante despreocupada. El sol se quedaba con sus manchas y nosotros con una gran sonrisa y la satisfacción de haber observado el eclipse en unas condiciones perfectas. Ni una sola nube. ¡Esperemos que los próximos eclipses sean así de favorables!
Tras recoger todo el equipo y cargarlo en el coche volvimos a casa para comer y hacer un traspaso de cajas y material. Tocaba meter en el coche ahora todo el equipo de astrofoto nocturna porque los eclipses solares se producen durante el novilunio y eso significa noche oscura y estrellada ¡Y hay que aprovechar este buen tiempo! La aventura continuó, esta vez bajo la luz de miles de soles, más lejanos, eso sí. Pero eso, es otra historia.
Yo también estuve por la mañana el sábado viendo el eclipse de sol desde la playa de Arinaga Las Palmas de Gran Canaria con el telescopio solar pasó mucha gente a ver el sol y el eclipse