¿Qué ocurre cuando la vida de una estrella gigante roja llega a su fin? Las capas exteriores de la estrella son expulsadas al exterior debido a pulsaciones y fuertes vientos estelares. Una vez esas capas son expulsadas permanece el núcleo de la estrella que se encuentra a gran temperatura y produce un fuerte brillo, emite además una gran radiación ultravioleta que ioniza el material de las capas exteriores expulsadas anteriormente y las hace brillar con colores muy peculiares debido a la alta composición en metales pesados además de carbono, nitrógeno, oxígeno y calcio. Este ciclo dará comienzo al nacimiento de nuevas estrellas. Cuando observamos este fenómeno desde nuestro planeta lo que vemos es una «nebulosa planetaria», llamada así por su parecido a través de un telescopio con un planeta gaseoso.
M27 es una de las mayores nebulosas planetarias que podemos observar. Se encuentra en la constelación de Vulpecula a unos 1250 años luz y fue descubierta por Charles Messier en 1764. Con una magnitud aparente de 7.4 y un diámetro de 6′ de arco no es complicado observarla con unos simples telescopios.
Observar M27 con el telescopio produce una sensación especial. Es como observar algo que está fuera de lugar, produce una sensación parecida a la sorpresa y la incredulidad que se irá transformando en asombro a medida que nuestro ojo capta los sutiles detalles del brillante gas estelar.