Las auroras son fenómenos luminiscentes que se producen en el cielo nocturno como consecuencia de la interacción de las partículas generadas por la actividad solar con la magnetosfera y atmósfera de la Tierra. Se producen generalmente alrededor de los círculos polares recibiendo el nombre de auroras boreales en el hemisferio norte y auroras australes en el sur.
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¿Cómo se producen las auroras?
El Sol, durante su proceso de fusión nuclear, emite al espacio una corriente de partículas cargadas denominadas «viento solar». Este plasma varía en densidad, temperatura, velocidad y polaridad. En ocasiones el viento solar alcanza mayores energías o escapa del Sol a través de grandes agujeros coronales, en otras es una fulguración o el desprendimiento de un filamento el que termina produciendo lo que denominamos «tormentas solares».
Cuando el viento solar alcanza la magnetosfera de la Tierra con gran intensidad esas partículas cargadas son conducidas hacia las zonas polares de nuestro planeta (como los polos magnéticos de un imán). Allí perturban las moléculas de la atmósfera, excitándolas momentáneamente con su energía y produciendo brillantes colores con tonalidades verdosas y violáceas cuando esas moléculas vuelven a su estado energético normal (transforman ese exceso de energía en luz). Esto provoca auroras en el lado diurno de la Tierra. En el lado nocturno, la aurora se produce por el estiramiento de la magnetosfera, las líneas del campo magnético se alargan y terminan desconectándose dirigiendo todas las partículas hacia los polos magnéticos y produciéndose la reconexión magnética en forma de subtormenta solar. El resultado es un majestuoso espectáculo de luces y destellos en el cielo que no deja indiferente a nadie.
¿Cómo ver las auroras?
Para ver las auroras tendremos que viajar a zonas próximas al círculo polar. En el hemisferio norte suelen ser visibles en Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia, Canadá, Alaska, Siberia y Groenlandia. En el hemisferio sur en parte de Australia (principalmente Tasmania), Nueva Zelanda, sur de Chile y Argentina.
Las épocas más favorables para ver las auroras son primavera y otoño debido al efecto Russell-McPherron aunque en algunas zonas por cuestiones meteorológicas el invierno es la mejor opción. Hay que tener en cuenta que en verano en estas latitudes suele haber luz diurna todo el día y en invierno aunque tenemos muchísimas horas de luz las temperaturas son muy bajas. Durante las fechas próximas a los equinoccios, por la orientación de la Tierra con el Sol, se magnifica la probabilidad de que las erupciones solares interactúen con la magnetosfera de nuestro planeta. Yo personalmente os recomiendo ir a ver las auroras a mediados de octubre o mediados de marzo para maximizar las horas de oscuridad y no pasar un frío excesivo.
Estar en estas latitudes en esas fechas implica que hay que abrigarse muy bien. Hay que tener en cuenta que tendremos que pasar algunas horas a la intemperie con temperaturas que fácilmente alcanzarán los -15º. Esto incluye calzado especial, guantes, gorros y varias capas de ropa debajo de un buen abrigo. Si contratáis un tour de auroras es posible que la empresa os ponga ropa térmica a vuestra disposición, consultadlo al contratar el tour. También es posible que puedan hacer una hoguera para manteneros calientes mientras observáis la aurora.
Tendremos más posibilidades de ver auroras y éstas serán más espectaculares si hay mucha actividad solar por ello tendremos que tener en cuenta el ciclo solar de 11 años en los que tenemos máximos y mínimos. Actualmente estamos en el ciclo 25 y nos encaminamos al máximo solar que se estima llegará en verano de 2025 pero este año estamos teniendo una actividad solar bastante alta.
Es recomendable consultar las aplicaciones de actividad solar que nos indican si hay probabilidades de ver auroras en las próximas horas. Pero no os obsesionéis con ellas. Si bien es cierto que con una actividad solar alta se suelen ver auroras más brillantes nosotros pudimos verlas sin problemas con unos índices de viento solar muy bajos. La aurora es un fenómeno muy frecuente en latitudes altas. También tendremos que estar pendientes de la meteorología ya que no podremos disfrutar del espectáculo si está muy nublado. Es posible que tengamos que desplazarnos varios kilómetros en busca de cielos despejados.
Además, al igual que para realizar la observación astronómica, tendremos que alejarnos de las ciudades y huir de la contaminación lumínica ya que el resplandor de la luz artificial nos impedirá disfrutar del espectáculo de las luces naturales. En Tromso pudimos ver las auroras desde el centro de la ciudad, realmente son visibles incluso desde entornos iluminados cuando son relativamente brillantes pero se disfrutan mucho más en un cielo oscuro.
¿Se ven los colores de las auroras?
Las auroras suelen ser de color verdoso y en ocasiones puede presentar tonalidades púrpuras y rojizas pero tenemos que tener en cuenta que no siempre los colores son observables a simple vista ya que necesitamos que la tormenta solar sea de gran intensidad para que la aurora sea brillante y así pueda excitar los conos de nuestros ojos. Si la aurora es débil lo habitual es ver las auroras como cortinas de luz grisácea o blanquecina que se mueven en el cielo, si es media veremos los tonos verdosos claros (similares a los adhesivos que ponemos en las habitaciones de los niños y brillan en la oscuridad) y si son fuertes se aprecian muy claramente los verdes intensos e incluso los tonos púrpuras y rojizos, además el suelo y el paisaje se pueden teñir de un tono verdoso al reflejarse la luz de la aurora.
El color verde se produce por la excitación de átomos de oxígeno hasta una altitud de unos 240Km mientras que el color rojo se produce por la excitación también de átomos de oxígeno a mayor altitud (por eso las auroras que vemos desde latitudes medias son de color rojo, realmente estamos viendo la parte superior de la aurora ya que la parte inferior queda ocultada por la curvatura de la Tierra). Las tonalidades azules o moradas se deben a la excitación del nitrógeno molecular.
Las cámaras de fotos son más sensibles que el ojo humano y captaran sin problema las diferentes tonalidades de colores aunque la aurora sea débil.
El índice Kp es un indicador de alteraciones geomagnéticas ofrecido por la NOAA SWPC pero no es un índice que garantice la visibilidad de auroras ni debe usarse como referencia. Nosotros vimos auroras intensas con un Kp 1. Los valores del índice Kp siguen una escala de 0 a 9. Entre 0 y 2 es tranquilo, 3 inestable, 4 activo, 5 tormenta menor, 6 tormenta moderada y los siguientes niveles corresponden a fuerte, severa y extrema. En latitudes alta no hay un mínimo para poder ver auroras mientras que un Kp8 o 9 podría hacer visibles auroras en latitudes tan bajas como por ejemplo en España como pudimos ver en abril de 2023 o mayo y octubre de 2024.