Este miércoles 30 de agosto puse el despertador un poco antes de lo normal con la intención de observar el cometa Nishimura desde ciudad, algo casi de locos aunque no es la primera vez que observo un cometa desde casa a pesar de la contaminación lumínica.
Tenía ya preparado el telescopio en el salón desde la noche anterior, que estuve observando un rato Saturno, y también me llevé la Canon para hacer alguna foto. Encendí el telescopio, el Mak127 sobre la AZ-GTi, y alinee con las estrellas Castor y Betelgeuse. Recientemente actualicé el firmware de la montura para ponerla en modo altacimutal ya que apenas la uso en ecuatorial, y en esta postura el buscador del tubo quedaba siempre en una posición muy incómoda (con firmware EQ el tubo se monta a la derecha del brazo).
Con el ojo puesto en el ocular de 32 mm me puse a escudriñar el cielo por la zona donde se suponía que estaba el cometa pero no dí con él. Tras sopesarlo y teniendo en cuenta que el tiempo corría en mi contra (el amanecer astronómico estaba a pocos minutos) decidí meter las coordenadas que encontré en heavens above en el mando. Inicialmente no vi nada pero en cuanto moví un poco el telescopio reparé en una pequeña mancha gris difusa. Usando un poco de visión indirecta salí de dudas, efectivamente ahí estaba el cometa C/2023 P1 Nishimura.
Se encontraba situado entre 3 estrellas, justo en el borde derecho del triángulo, próximas a 28 Cnc. Rondaría la magnitud 7.5. Como tal era visible únicamente la coma, no había núcleo ni cola. Sin duda la contaminación lumínica me privaba de detalles pero no voy a quejarme. No todos los días uno es capaz de observar un cometa desde casa. Lo que más me fascina es que ese cuerpo lleva vagando por el espacio cientos de miles de años y solo lo podemos ver durante un breve tiempo.
Recientemente he leído que nuevos cálculos han indicado que este cometa tiene un periodo de unos 519 años y que no se trataría de un cometa interestelar como se pensó en un principio. También se especula con que en realidad lo que estemos viendo sean los restos que quedan de un cometa que fue mayor años atrás y que ha ido desintegrándose con sus repetidas aproximaciones al Sol. Incluso se especula que pueda ser el causante de la lluvia de estrellas Sigma-hídridas.
Para poder observar algún detalle más me cubrí la cabeza con un paño negro que tengo para observación visual que siempre ayuda algo cuando estás en zonas con claridad. Tras dejar que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad durante unos minutos ya me costaba menos encontrar el cometa y podía verlo con visión directa. Incluso me dió la sensación de poder apreciar algo de cola pero ya no se si era producto de mi imaginación.
Durante los próximos días el cometa estará más y más bajo en el horizonte y aunque cada día estará un poco más brillante será más difícil de observar por su proximidad al Sol. Además la meteorología va a empeorar durante los próximos días y la llegada de una DANA nos va a impedir observar por aquí este cometa durante los próximos 4 o 5 días.