Este año la cosa no estaba para improvisar con el tema de las vacaciones. Pandemia sin controlar o incluso empeorando, posibilidad de confinamiento, pocas o ninguna gana de ir a comer a restaurantes o visitar lugares cerrados… así que decidimos ir a lo seguro y volver a nuestro anterior destino vacacional, el maestrazgo turolense, concretamente a la Masada Andabe que tan cómodamente nos acogió el año pasado. Un destino aislado y tranquilo donde poder disfrutar de las estrellas y poder olvidarnos unos días de este caos de mundo.
Serían unas vacaciones reducidas, tan solo una semana. Cargamos el coche con el telescopio y las maletas y algunas cosillas para desayunar y comer. Allí haríamos la compra en el pueblo y cocinaríamos en casa para mayor tranquilidad. El camino ya conocido se nos hizo muy corto. Pero este año no dejábamos de recordar con añoranza tiempos mejores. Al pasar por Maranchón el recuerdo de la actividad para celebrar el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna que hicimos el año anterior, al pasar por Turmiel de nuestro amigo Pedro de ESAC, … al llegar a la provincia de Teruel de nuestra primera visita a la provincia… ¡Ay aquellos días en los que no había que ir con mascarilla a todas partes!
Llegamos a nuestro destino ya casi al anochecer pero el viaje no nos quitó las ganas de montar el telescopio. Diana había preparado una rica tortilla de patata que llevamos desde Madrid para no tener que cocinar al llegar y nos supo a gloria mientras disfrutábamos del atardecer. En cuanto terminamos de cenar me puse a alinear el telescopio y a preparar la sesión de astrofoto. Cielo totalmente despejado y un manto de estrellas ya visible con una Vía Láctea que quitaba el hipo. Llevaba dos objetos preparados para completar estos días, ambos nebulosas oscuras en Cefeo. De hecho mi intención era usar NINA para ello. Planifiqué las tomas incluso desde casa, ya que este software es muy práctico para ello. Indicas el objeto, el encuadre, las tomas, etc… y lo guardas todo en un ficherito que luego solamente hay que abrir en el programa.
Empecé con la sesión pero a la segunda toma ví que aparecía una linea oscura en una de las imágenes. Ya me había pasado otra vez y había leído que podía ser un problema del cable USB de la cámara. Uffff, que faena. Mal empezamos.
Pero la cosa iba a empeorar, a la quinta toma la refrigeración de la cámara se queda colgada y ésta no responde. Al final tengo que desconectar y conectar el cable, y decido cerrar NINA y usar APT porque con este programa no me ha dado nunca problemas. Al final parece que todo funciona bien con APT y consigo finalizar la sesión de luminancia del primer objeto. Una noche completa hasta el amanecer. De hecho me quedé hasta la salida del Sol con la intención de poder ver el rayo verde, pero no se dieron las circunstancias atmosféricas ni orográficas necesarias para ello.
Como os podéis imaginar al día siguiente (o mejor dicho, ese día) tenía un cuerpo jota importante. Pero la previsión meteo para el día siguiente daba nubes así que seguramente me iría a dormir pronto… la cosa es que al final el segundo día no monté el telescopio, en principio porque había algunas nubes, pero no estaba tan mal como para no hacerlo. Lo cierto es que tenía un dolor de cabeza y un cansancio importante por la falta de horas de sueño…
A todas estas no os he comentado que ese día llegó otro huesped a la masada, un compañero de afición precisamente que había conocido el sitio a través de Turismo Estelar (por lo que nos comentó la dueña estaba muy contenta por las visitas de astrónomos aficionados que ha tenido desde que estuvimos el año pasado y promocionamos el alojamiento en Turismo Estelar) Y es que la verdad que la masada es un lugar perfecto para disfrutar de la astronomía ¡Pocos lugares así hemos visitado! Además este año ya cuentan con paneles solares así que no hay problemas con la electricidad ni hay que andar arrancando motores para tener luz.
Nuestro vecino, Carlos, también era de Madrid y venía con su telescopio para hacer astrofoto durante unos días. La verdad es que cuando coincides con compañeros de afición es un gustazo compartir experiencias y anécdotas.
Volviendo a la crónica de la observación como os decía la segunda noche no monté el telescopio aunque según me comentó Carlos luego la meteo mejoró bastante. La tercera noche la previsión era todavía peor pero luego tampoco fue para tanto, algunas nubes y claros y algo de viento, tampoco monté pero me quedé con la cosa de que tal vez podría haberlo intentado. La previsión era mucho mejor para las noches siguientes y me encomendé a ellas.
Y bueno, parece que el señor del tiempo no estaba muy fino porque anunciaba noches despejadas y lo cierto es que la cuarta noche empezó como la anterior. Esta vez no me amilané y decidí montar el telescopio. Afortunadamente la zona de Cefeo se mantuvo despejada de nubes y pude sacar las tomas en H-alfa que necesitaba. La noche siguiente la completaría con el color y la última noche decidí hacer el otro objeto que tenía previsto utilizando NINA.
Recordé que tenía un cable USB de repuesto y sustituí el de la cámara. Arranqué NINA y empecé a hacer la sesión de astrofoto. Fue todo como la seda, incluso el programa me hizo el cambio de meridiano automático y las curvas de enfoque funcionaron muy bien. ¡Este programa es la caña! Puedes dejarlo totalmente desatendido que él se encarga de todo.
La única pega llegó al hacer los flats. El asistente de flats me indicaba que la lámpara era demasiado brillante y se negaba a calcular la exposición. Al final tuve que usar APT para hacer los flats, pero a parte de eso NINA funcionó a la perfección.
Durante las sesiones de astrofoto aproveché para observar con los prismáticos y a hacer astrofotos con la StarAdventurer (que también me llevé de viaje). Júpiter y Saturno destacaban una barbaridad en la oscuridad de la noche junto a la Vía Láctea y hasta proyectaban sombra, pero nada que ver con Venus a últimas horas de la noche. ¡Menudo brillo! Iluminaba los alrededores del cielo con una tonalidad grisácea. ¿Sería la luz zodiacal lo que veía? ¡Desde luego que si! Además del brillo de Venus se apreciaba al amanecer una pirámide de claridad con una tonalidad casi amarillenta. Estamos en un cielo clase Bortle 2/3 así que no era de extrañar.
Al final han sido 7 días estupendos de los cuales he podido aprovechar 4 para hacer astrofoto con el telescopio. Tal vez podría haber aprovechado la mitad de dos noches más, pero me voy satisfecho con los resultados obtenidos y con bastante material para procesar que ya os iré enseñando.
y con n.i.na yo la verdad que todavia no pruebo pero ayer estaba un rato despejado en la noche y aproveche para ver el planeta mate y la luna y bueno la verdad que marte se ve chico y solo se ve un punto rojo solo lo vi sin usar camara con el ocular nada mas con el binocular intentare ver las nebulosas ojala este despejado en la noche aunque sea para ver los planetas estaba interesante tu video de el telescopio de calar alto el de 1.25 metros la ver me gusto yo en mi pais una vez tambien casi entre a ver un telescopio profesional de observatorio pero por lo emocionado que estaba en ese momento casi me pierdo ahora con esta pandemia que se podra ir de mi asa noms vere cuando hayga tiempo despejado en la noche