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- Turismo astronómico

Astrovacaciones desde los Calares del Mundo

Las vacaciones de este año han estado divididas en dos partes. El pasado novilunio de junio nos fuimos a Lleida una semana y este último novilunio de julio decidimos ir a una zona que no conocíamos y de la que nos habían hablado muy bien por sus cielos oscuros, los Calares del Mundo y de la Sima en Albacete. Concretamente hemos ido al Rincón de Pernales un conjunto de casas rurales a 6 km de Riópar.

Salimos de Madrid un lunes con 9 noches sin luna por delante y el coche cargado hasta arriba con material astronómico como viene siendo habitual en estos viajes. Tras 4 horas llegamos a nuestro destino en Riópar donde nos entregaron las llaves del alojamiento y aprovechamos, dadas las horas que eran, comer ya en el pueblo. Tuve la genial idea de probar un plato tradicional manchego llamado «atascaburras», que estaba muy bueno, pero no es lo más ideal para un caluroso día de julio. Ese soy yo, me gusta el riesgo… casi salgo rodando del restaurante, no digo más.

Desde Riópar, en menos de 10 minutos llegas al alojamiento, sales de la carretera y empiezas a bajar una cuesta rodeada de árboles. Yo según bajábamos iba mirando el terreno y me empezaba a preocupar porque el alojamiento parecía estar en una hondonada. Me iba despidiendo mentalmente de fotografiar objetos próximos al horizonte.

La casa estaba bastante apartada pero no había mucho sitio para plantar el telescopio donde los árboles no molestasen, pero ya me preocuparía de ello a la noche. De momento tocaba descargar el coche y echar un vistazo a la casa. Se notaba un poco descuidada, no es que fuera especialmente antigua, pero está claro que en decoración o estilo no había mucha dedicación, pero bueno, es un alojamiento rural al fin y al cabo, donde vas a descansar y a relajarte. Todo funcionaba correctamente y teníamos hasta un ventilador que nos vino genial con este verano tan cálido que hemos tenido.

El cielo desde los Calares del Mundo
El impresionante cielo desde los Calares del Mundo

Tras una buena siesta me dispuse a explorar los alrededores y bajé hasta la zona de la piscina (compartida con el resto de alojamentos) y la otra vivienda, la número 3, que era la otra opción de alojamiento. Me alegré de que hubiéramos podido cambiar la casa en el último momento porque ésta estaba más metida entre los árboles y había menos cielo disponible.

Finalmente encontré el que creía que era el mejor lugar para plantar el telescopio a un lado del camino de acceso a nuestra casa, eso si, con el horizonte sur tapado por árboles. Afortunadamente los objetos que me había preparado para fotografiar estaban bien altos en el cielo, así que no me preocupaba especialmente.

Astrofotografía desde los Calares del Mundo

Al atardecer y después de cenar algo en el porche de la casa en compañía de un par de simpáticas salamanquesas me dispuse a montar el telescopio y a estrenar mi nueva solución de guiado. En cuanto apareció la polar comencé la sesión y apunté a la Nebulosa del Tiburón cuya luminancia había obtenido desde Lleida un mes antes pero no pude sacar el color por culpa de la meteorología y el inoportuno Covid.

Lamentablemente empecé a tener problemas con el guiado. Parecía que cambiar el tubo guía y la pletina no habían tenido el efecto deseado. Empecé a hacer pruebas y a tocar la configuración pero nada, un guiado muy errático y algunas tomas con estrellas ovaladas, por suerte pude terminar la sesión pero estaba algo preocupado por los problemas vistos.

Menos mal que tenía conexión a internet y puse un mensaje en el foro de soporte de Phd y enseguida me respondieron con algunos consejos, entre ellos actualizar la versión de PhD. También quité la barlow de la Vip Baader que tenía en la cámara ya que noté que las estrellas de los bordes aparecían con curvatura. Y finalmente también desmonté los cables de sonda y cinta calefactable del tubo guía para asegurarme que no hubiera nada produciendo flexiones.

Las siguientes noches, tras la actualización y calibración del PhD y con todo bien ajustado y sin la barlow en el tubo de guiado todo fue mucho mejor. Si es cierto que en algún momento puntual aparecían estrellas elongadas a pesar de que el guiado iba muy fino.

Me comentaron en el foro que si esto sucedía era debido a alguna flexión diferencial en el tren óptico y que no era un problema de guiado. Incluso me comentaron que podría ser debido a las vibraciones del ventilador de la cámara (algo bastante común en las ZWO por lo visto) y no me extrañaría porque la refrigeración estuvo trabajando al 85% casi toda la noche.

Tuvimos una noche de 26º y 85% de humedad, algo que no había visto nunca en verano en las zonas donde suelo salir, que son bastante secas.

Las siguientes noches, y salvo algún momento puntual la verdad es que el guiado funcionó bastante bien y las estrellas salieron redondas en la mayoría de las fotos así que este misterio habrá que seguir investigándolo por si vuelve a ocurrir. Me he traído luminancia y color de la nebulosa del Gecko que casualmente también fotografió Álvaro Ibañez durante los mismos días y la luminancia de la Nebulosa de la Burbuja, el color no lo pude terminar porque la última noche se nubló.

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LBN437 también conocida como «Nebulosa del Gecko».

En general no me puedo quejar porque han sido 6 noches aprovechables de 9 con un cielo bastante bueno y muchas horas de material que tengo que procesar. El entorno además es muy bonito, especialmente en Nacimiento del Río Mundo y eso que era verano y llevaba poca agua, en primavera debe ser impresionante.

La casa rural era muy tranquila y se descansaba bien, estás en plena naturaleza, tanto que incluso un par de noches vimos un zorrito que estuvo a pocos metros de nosotros, posiblemente atraído por el olor de la comida.

Además de hacer astrofotografía me llevé los ojos de búho, los 2,1×42 y los 10×50 de Olympus y estuve observando el cielo con ellos disfrutando de una gran oscuridad. La transparencia no era muy buena por algo de calima y humedad junto con airglow pero aún así se notaba que eran unos cielos de primera categoría.

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Autor: Roberto Ferrero

Roberto Ferrero es miembro de las agrupaciones astronómicas Madrid Sur y AstroHenares. Astrofotógrafo desde el año 2009, sus trabajos han sido publicados en varias revistas especializadas como "Astronomía", Sky&Telescope y Astronomy, además ha contado con varias publicaciones en el AAPOD. En 2020 fue el ganador del V Concurso Internacional de Astrofotografía de Calar Alto. Monitor de astroturismo, divulgador FAAE y responsable de Turismo Estelar, portal web de turismo astronómico.
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